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¿Cómo se defenderán mis hijos desescolarizados en el futuro?
Muchos papás le temen a la desescolarización y sus posibles consecuencias negativas. En este artículo Rebecka Koritz nos ofrece un panorama realista y optimista que contrasta con estas preconcepciones.

No es tan fácil salirnos de nuestra mentalidad escolarizada, de empezar a pensar en una dirección completamente opuesta. Con frecuencia me topo con padres y madres que se preocupan por las futuras consecuencias de haber elegido (o si eligieran) el camino de la desescolarización y la educación auto-dirigida como opción para sus hijos. ¿Qué tal si sus hijos de adultos se quejaran y los acusaran de haberlos privado de una “verdadera” educación? Y, ¿qué pasaría después, cuando fueran grandes, cómo podrían defenderse en el futuro si nunca fueron a la escuela?

Cuando vas de escuela a “des-escuela”, inicias un cambio de paradigma, de modelos y patrones mentales y culturales. Es un proceso que exige que tú te tengas que desescolarizar (deschooling en inglés). Has entendido que la escuela convencional ya no sirve. Tal vez también te has dado cuenta de que lo que aprendiste en la escuela, en su mayor parte, no son conocimientos que usas activamente en la vida. Quizá hasta estés cuestionando por qué ciertas personas (en este caso, los adultos) son considerados más capaces para decidir por otras personas (los niños) sobre qué conocimientos hacen falta en la vida. Sea como sea tu caso personal, te aseguro que cargas todavía con un montón de programaciones que necesitas examinar, analizar y entender antes de poder deshacerte de ellas. Porque no es hasta entonces que vas a poder tomar el paso y hacer lo inimaginable: soltar el control de tus hijos y empezar a confiar en que son más que capaces de decidir cómo quieren vivir sus vidas y desescolarizarlos (unschooling en inglés).

¿Qué implica realmente dejar que tus hijos sean desescolarizados y auto-dirijan su propia educación?

¿Cómo se defenderán mis hijos desescolarizados en el futuro?

Sobre todo, implica que tú observes a tus hijos y que escuches sus necesidades. Eso puede ser aterrador, sobre todo cuando tus hijos quieren hacer algo que a ti, por la razón que sea, no te parece. Tú como madre o padre, necesitas apartarte de su camino, y estar dispuesta/o a brindarles un máximo de apoyo, al mismo tiempo que minimices tu propia interferencia en su proceso. Aún cuando quieran hacer algo que va en contra de lo que tú crees que es mejor para ellos.

Si, por ejemplo, estás completamente convencido/a de que el sistema educativo convencional es dañino, y estás desescolarizando a tus hijos, y de repente te dicen que quieren ir a una escuela... ¿Qué haces? ¡Ni modo! Tienes que dejar que lo prueben y no importa si tú estás en contra. Los principios de la desescolarización implican que tú, como padre o madre apoyes las necesidades y los intereses de tus hijos. Si quieren ir a la escuela, no puedes negárselo. Conozco a varios niños desescolarizados que han decidido probar ir a la escuela y que nunca jamás quisieran regresar ahí. Y conozco a uno (nada más uno hasta ahora) que eligió quedarse en la escuela convencional.

La cosa es: si estás desescolarizando a tu hijo, tú no tienes el derecho de tomar esas decisiones en su lugar. Ya hiciste el pacto de dejarle la libertad y la posibilidad de tomar sus propias decisiones, sin que importe tu voluntad (tu opinión la puedes compartir si ellos te la piden). Y es aquí donde frecuentemente, las viejas programaciones chocan con los nuevos paradigmas. Porque van completamente en contra de cómo educa la mayor parte de los papás a sus hijos.

Siempre hay otros caminos y más opciones

¿Cómo se defenderán mis hijos desescolarizados en el futuro?

Muchas veces vivimos en países donde la escuela es obligatoria. Eso nos deja la impresión de que sólo hay un camino posible, y que sólo ése es el correcto. De vez en cuando me preguntan qué sería de mi hijo si no se graduara, porque según mi creencia no podría estudiar una carrera universitaria. De lo que no se dan cuenta, es que en casi todos los países hay un montón de alternativas para que una persona que nunca ha ido a la escuela, pueda estudiar en la universidad, si así lo desea.

Si mi hijo Teo quisiera, podría validar primaria, secundaria y preparatoria aquí en México donde vivimos. Para eso existe el Instituto Nacional de Educación para los Adultos. O podría ir a otro país y hacerlo allá. Hay universidades en el mundo que tienen exámenes para entrar, para los cuales quien quiera se pueda presentar. O quizá Teo no elija nada de eso, porque ya aprendió que tiene la capacidad de crear su vida exactamente tal y como la desea.

Al inicio yo también me estaba preguntando cómo iba a ser para él. Hasta que comprendí de que realmente no tenía que ser mi preocupación, porque no se trata de mi vida. Es la vida de mi hijo y son sus elecciones. Si en un futuro Teo elige validar sus estudios, lo podrá hacer. Y si requiere de mi ayuda, se la brindaré con mucho gusto. Pero yo no me necesito preocupar. ¡Veo qué tan capaz es a los doce años! Por supuesto que logrará todo lo que querrá y se propondrá cuando sea adulto.

El mundo está cambiando y eso afecta las posibilidades laborales también

¿Cómo se defenderán mis hijos desescolarizados en el futuro?

El mundo en el cual vivimos está cambiando a una velocidad alucinante. Ya no necesitas, por ejemplo, una oficina. Puedes trabajar desde donde quieras. Y las posibilidades de generar ingresos han aumentado enormemente, en especial para las personas creativas, innovadoras, responsables, con toma de iniciativas y pensamiento crítico. Las cuales son capacidades que nadie desarrolla en la escuela. Pero para un niño que auto-dirige su propia educación son capacidades básicas.

Necesitamos entender que ya no son los conocimientos en sí mismos los que se valoran en el mundo profesional, porque puedes aprender conocimientos en el momento que te plazca. Lo que priorizan las empresas innovadoras son justamente todas las cosas que los niños desescolarizados sí aprenden. Porque han tenido amplias oportunidades de tomar sus propias iniciativas y decisiones, evaluar las consecuencias de esas iniciativas, cometer errores, aprender a tomar decisiones más adecuadas y hacerse responsables de las secuelas de sus propias iniciativas. Esto los vuelve mucho más capaces que los niños escolarizados, que desde una edad temprana sólo han aprendido a hacer lo que un adulto les pida.

Aunque tu hijo desescolarizado elija tener un empleo, o sea su propio jefe, o cree una empresa, no sólo habrá desarrollado las capacidades necesarias para lograrlo.También habrá tenido la capacidad de ser ágil y habrá podido cambiar, transformarse y adaptarse en el camino. Porque eso hacen todos los seres creativos.

¡Nunca es demasiado tarde para aprender!

¿Cómo se defenderán mis hijos desescolarizados en el futuro?

Es importante recordar, que lo que todavía no sabemos, lo podemos aprender cuando queramos y/o lo necesitemos. Nunca es “demasiado tarde”. Los seres humanos aprendemos constantemente, es un motor innato en todos. De hecho, es imposible no aprender. Piensa en todo lo que has aprendido como adulto, en tu tiempo libre, en tu trabajo o sólo a través de vivir. Cosas que no pudiste aprender en la escuela, o cosas que no te interesaban de más joven. Son cantidades enormes de aprendizaje en casi cualquier adulto.

Yo personalmente he aprendido todo lo que quería cuando realmente lo necesitaba o cuando tenía curiosidad o interés, y con frecuencia en el camino mismo. Además, de todo a lo que me dedico hoy, no hay ni una cosa que aprendí en la escuela. Si realmente nos auto-examinamos, nos damos cuenta de que no, no estamos utilizando activamente cada día lo que aprendimos en la escuela. Sin embargo nos cuesta infinitamente soltar esas viejas programaciones que nos dicen que los niños sí tienen que ir a la escuela, y que las calificaciones sí importan.

Como padre o madre de hijos desescolarizados, tu trabajo es crear las mejores circunstancias para que ellos puedan tomar sus propias decisiones y las iniciativas que quieran. No puedes bloquear el camino del aprendizaje de tus hijos, y eso lo harás cuando intentes controlar qué, dónde, cómo y cuándo aprenden.

Soltar el control y empezar a confiar en que sí son capaces, es algo de lo más difícil que hay, pero es el regalo más hermoso que podemos ofrecerle a cualquier niño. Eso es lo que le brindará la oportunidad de desarrollarse en un adulto creativo e independiente, autónomo y capaz de resolver todos los retos que llegan en la vida: incluyendo a qué dedicarse en el futuro, y también cómo lograrlo. ¿Qué más podrías desear para tu hijo?

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